Es decir, ya lo había escrito pero no lo había guardado; así que cuando mi computadora se re-inició, no lo pude recuperar.
¿Cuánto perdí cuando perdí mi escrito?
La respuesta a esta pregunta es variable.
Por lo que veo, despende del momento en que la pregunta se haga:
Si se me pregunta en los segundos siguientes al descubrimiento de la pérdida, el nivel de frustración estará en su punto máximo. Estaré recriminándome por mi descuido y por no haber aprendido de las múltiples veces que algo similar me había pasado antes. La respuesta será algo como: "Ha sido una pérdida terrible".
Si se me pregunta hoy (ya he terminado de re-escribirlo y me ha gustado la experiencia de volver a pensar y organizar ideas sobre este tema), mi respuesta puede ser algo como: "Fue un incidente desagradable al principo pero muy positivo al final, me dió una nueva historia para contar".
No tiene sentido ¿No? Que uno valore una mísma pérdida o fracaso en diferente medida de pendiendo del momento en que se hace esa valoración. Uno debería poder decir: Perdí mucho o Perdí poco. Y esa medida debería ser estable, consistente, invariable. De lo contrario tendríamos que aceptar que la valoración de una derrota o de una victoria es principalmente subjetiva. Mmmm...
Pues así es. ¡Subjetiva!
La trascendencia de una derrota está principalmente en la cabeza del derrotado. Igual sucede con el valor de la victoria.
¿Quién asigna el valor a una victoria?
Normalmente es alguien que