
para los consumidores, lo que hacía sentido eran los sabores básicos. Los sabores a frutas sencillas, que podían entender rápidamente y que facilitaban la decisión en el punto de venta. Colombina ya había ofrecido este tipo de sabores en los años 90 pero los había descontinuado. ¿Valdría la pena ofrecer esos mismos productos nuevamente? o ¿
Habría forma de hacer algo sorprendente usando esos sabores? Aquí es donde vinieron unas preguntas emocionantes: ¿Qué hace que alguien entienda más fácilmente que un Bonbonbum es de Sandía (La que en Colombia se llama Patilla)? La respuesta era: ¡La apariencia! Entonces, ¿Sería posible hacer un Bonbonbum que "pareciera" una Sandía? El equipo de desarrollo se puso manos a la obra y crearon el famoso Bonbonbum de Sandía. La mitad verde y la midad roja con las semillas oscuras. ¡Un clásico! La máquina para hacerlos no existía y debieron fabricarla especialmente para el producto. Miren el comercial del 2010...
https://www.youtube.com/watch?v=RTxc_YYpQ_c
Luego vino el de Maracuyá... y Colombina... a patentar sus invenciones...
¿Habría innovado Colombina si no hubiera entrado en crisis? Quizá hubiera seguido probando extensiones de linea, probablemente diseñando productos más complejos (un bonbonbum que te conecta a un App) o "hermanitos" (Minibonbonbumes o Barritas bonbonbum), pero ¿Un producto que llegue a ser un "clásico"? ¿Un producto con "Alma"?... mmm....
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